Innovación para una Salud de Vanguardia. Compra Pública, Tecnología, Sostenibilidad Ambiental y Factores Socioeconómicos
INVESTIGADOR DE REFERENCIA
Elisa Moreu Carbonell / Gerardo García-Álvarez García
ÁREA: PATRIMONIO MATERIAL E INMATERIAL FECHA: 2022 - 2026 CONCEDIDO POR: AGENCIA ESTATAL DE INVESTIGACIÓN. MINISTERIO DE CIENCIA E INNOVACIÓN
SOBRE EL PROYECTO
La salud de vanguardia es una prioridad para el Gobierno de España, si atendemos al proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica, PERTE, para una salud de vanguardia, que se ha presentado en noviembre de 2021. La expresión salud de vanguardia se refiere al proceso de promoción y protección de la salud sustentado en el desarrollo e incorporación de productos, procedimientos innovadores o rehabilitación de pacientes de forma personalizada para afrontar los nuevos retos sanitarios. El proyecto asume como objetivo abordar desde una perspectiva jurídica los impactos que muy significativamente, para el Derecho público tendrá el desarrollo de la salud de vanguardia. Y por eso hemos seleccionado cuatro retos que consideramos ineludibles en el proceso de mejora de la salud: la compra pública de innovación, los avances tecnológicos (neurociencias, nanotecnología y otros), la evaluación de los impactos ambientales de la salud y de los factores socioeconómicos, incluidos los urbanísticos. Como resulta ilusorio e inabarcable someter a un examen crítico todas las políticas estatales y autonómicas de salud, hemos optado por centrar nuestra mirada en esos cuatro objetivos, que coinciden con los del PERTE: Salud de vanguardia (2021).
Primer impacto. Compra pública de innovación En el campo de la salud, la compra más específica es la de medicamentos, aunque también presenta características reseñables la de tecnología sanitaria, sea de diagnóstico o de tratamiento, como muestra el informe de la AIREF de octubre de 2020 sobre este tema («Gasto hospitalario del sistema nacional de salud: farmacia e inversión en bienes de equipo»). Esa compra sanitaria puede ser enfocada desde varias perspectivas con características peculiares: la compra con dimensión estratégica, sumando a la dimensión meramente logística el estímulo a un tejido innovador y productivo nacional y europeo, la compra de medicamentos, tanto desde su racionalización como su simplificación, y la compra de innovación en el ámbito de la salud, tanto de medicamentos, como de tecnología, incluyendo servicios y no únicamente suministros
Segundo impacto: tecnología El impacto de la tecnología es un factor clave para la salud de vanguardia, tal y como manifiesta el PERTE (2021). La tecnología no solo permite mejorar los tratamientos asistenciales en los sistemas de salud, sino que también plantea nuevos retos y amenazas.Por eso el proyecto quiere servir de alerta ante los posibles impactos que la tecnología va a tener sobre el derecho a la salud. La relación entre derecho, salud y tecnología es apasionante y tensa las costuras jurídicas: desde la propia identidad de la persona y su libre albedrío, hasta la responsabilidad por daños. Uno de esos impactos es la regulación de los neuroderechos, (Moreu Carbonell, 2021).
Tercer impacto. Sostenibilidad ambiental de la salud Una de las hipótesis del proyecto es la viabilidad de trasponer al ámbito sanitario la figura de las evaluaciones ambientales, tanto la evaluación ambiental estratégica de planes y programas (EAE) como la evaluación de impacto ambiental de proyectos (EIA).
Cuarto impacto. Factores socio-económicos Nos interesan especialmente dos de ellos: la sosteniblidad urbana de la salud y la sosteniblidad financiera.
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